Dios usa los problemas: conclusión.
Hemos dicho que Dios siempre está trabajando a nuestro favor, sin importar los problemas y circunstancias que nos envuelven y ahogan.
El deseo de Dios para nuestras vidas, no es que pasemos por momentos difíciles, pero Él permite que lleguen a nuestras vidas con el propósito de trabajar nuestro carácter y perfeccionarnos para su servicio (hacer su voluntad), solo de esta forma lo que se encuentra oculto saldrá a luz y veremos quiénes somos, todo esto porque Él nos ama y sabe que es lo que necesitamos para ser mejores delante de Él.
Ante los problemas, podemos tomar dos actitudes, ignorarlos o reconocerlos, aprender y crecer. Veamos Jeremías 15:19,“Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos”.
Dios usa los problemas para darnos dirección, las situaciones difíciles, nos hacen cambiar de dirección, nos inspiran y desafían para aprender nuevas habilidades y ayudan a desarrollar capacidades que no sabíamos que teníamos. Recordemos Proverbios 20:30, “la maldad se cura con golpes y heridas; los golpes hacen sanar la conciencia”. Y Romanos 8:28, cita: “que a los que aman a Dios, todas las cosas nos ayudan a bien”.
Dios usa los problemas para inspeccionarnos, Él permite que se nos someta a situaciones difíciles, para que nuestro “yo” verdadero salga a luz y no esté escondido. Nuestro Dios, como padre amoroso, desea tratar con el orgullo de nuestro corazón. Por esto en el Salmo 139:23-24, la palabra de Dios nos dice: “Escudríñame, oh Dios, conoce mi corazón; pruébame, conoce mis inquietudes. Ve si hay en mí camino malo, y guíame por el camino eterno”.
Dios usa los problemas para corregirnos, aprendemos lecciones por medio del fracaso y del dolor. Hay ocasiones, donde somos como niños al que sus padres le dicen, "no subas a la silla, porque si caes te lastimarás"; el niño lo hace y sufre las consecuencias de la desobediencia. Por esto, encontramos en Salmos 119:71-72, “Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos. Mejor me es la ley de tu boca, que millares de oro y plata”.
Dios usa los problemas para protegernos, Dios utiliza todas las cosas para capacitarnos, los problemas deben ser tomados como bendición, Él quiere emplearnos en su obra. Al experimentar problemas, aprendemos a distinguirlos, reconocerlos antes que lleguen y prevenir problemas mayores. La palabra de Dios, concluye en Santiago 1:2-4, que debemos tener gozo, al encontrarnos en pruebas diversas, teniendo el conocimiento que es prueba de la fe, la que produce en nosotros paciencia, y una paciencia que nos permita ser perfectos y completos, sin que nos falte nada.
Entonces demos gloria a Dios por los problemas, porque son esos procesos los que nos permitirán ser tratados y formados por Dios para su servicio.
¡Firmes y adelante!
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